En Ecuador, muchas organizaciones avanzan hacia la carbono neutralidad con metas ambiciosas y medibles. Sin embargo, una variable técnica clave puede alterar la comparabilidad entre años y dificultar la demostración real de reducciones: la variación del factor de emisión eléctrico de gases de efecto invernadero (GEI) para la energía suministrada por el Sistema Nacional Interconectado (SNI). Este factor, publicado anualmente por el operador nacional CENACE, depende directamente del mix energético nacional, el cual varía por condiciones climáticas, disponibilidad hidroeléctrica y uso de termoeléctricas.

¿Qué es el factor de emisión y por qué cambia cada año? 

El factor de emisión eléctrico indica cuántas toneladas de CO₂ equivalente se generan por cada megavatio-hora (MWh) consumido. En Ecuador, este valor fluctúa dependiendo de cuánta electricidad se genera mediante fuentes renovables (hidroeléctricas) versus fuentes fósiles (termoeléctricas). En años con escasez hídrica o mayor demanda energética, el país incrementa la producción termoeléctrica, lo que eleva el factor de emisión. 

Según datos de CENACE (2024), en la última década se observa una tendencia variable, con valores que oscilaron entre 0,2712 tCO₂e/MWh (2013) y 0,0435 tCO₂e/MWh (2021), reflejando un uso intensivo de energía hidroeléctrica en ciertos periodos. No obstante, a partir de 2021 se observa un repunte, alcanzando 0,1200 tCO₂e/MWh en 2023, lo cual se explica por un mayor uso de generación térmica debido a restricciones hídricas y a la creciente demanda. Esta variabilidad es ajena al control de las organizaciones consumidoras de energía. 

¿Cómo impacta esto en la medición y reducción de la huella de carbono? 

Esta variación plantea un reto metodológico importante. Si una organización consume la misma cantidad de energía eléctrica en el año base y en el año de seguimiento, pero el factor de emisión ha aumentado, su huella de carbono será mayor sin haber cambiado su comportamiento operativo. Esto distorsiona la comparabilidad y dificulta demostrar una reducción real atribuible a mejoras internas. 

Por esta razón, al aplicar metodologías como ISO 14064-1 o programas como Ecuador Carbono Cero, es esencial considerar si se usa un factor de emisión constante (para comparar condiciones homogéneas) o el factor anual actualizado (que refleja la realidad del país pero introduce variaciones externas).

¿Qué soluciones existen para evitar una comparación distorsionada? 

Existen enfoques complementarios: 

  • Análisis dual: Presentar resultados con el factor oficial y con un factor ajustado para mostrar la diferencia atribuible al contexto nacional. 
  • Transparencia metodológica: Documentar claramente las fuentes y criterios utilizados en la estimación de emisiones. 
  • Realizar una doble evaluación, donde se muestre la huella con el factor oficial anual y una estimación con factor constante, explicando las diferencias por efecto externo. 

Este análisis debe ser documentado y justificado en informes verificables, sobre todo al optar por certificaciones de “carbono reducción” o “carbono neutro”. 

¿Cómo puede Bio1 ayudarte frente a esta problemática? 

En Bio1, entendemos la complejidad técnica de estos procesos y ofrecemos asesoría experta para interpretar adecuadamente la variación del factor de emisión y su efecto en la huella de carbono organizacional. Nuestro equipo brinda soluciones personalizadas que garantizan la trazabilidad y coherencia metodológica de los resultados, evitando distorsiones que afecten tu estrategia climática. 

Bio1 ofrece soluciones integrales para enfrentar esta problemática: 

  • Asesoría técnica especializada: Nuestro equipo experto puede ayudar a discretizar el impacto del factor de emisión, diferenciando entre variaciones operativas y contextuales. 
  • Optimización energética: A través de la implementación de normas como ISO 50001, Bio1 guía a las organizaciones en la mejora continua de su eficiencia energética. 
  • Energía renovable y autosuficiencia: Bio1 también asesora en la implementación de sistemas de energía renovable, permitiendo a las organizaciones reducir su dependencia del SNI y mejorar su perfil de emisiones.