En Ecuador varios productos y cadenas de suministro ya están calculando, gestionando y compensando su huella de carbono. Producto como flores, camarón, banano, cacao, balanceado entre muchos otros; se destacan en mercados internacionales y nacionales por su compromiso ambiental.
La huella de carbono de los productos es un indicador ambiental que cada vez cobra más relevancia para consumidores, empresas y gobiernos. Este concepto hace referencia a la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) —expresadas en toneladas de CO₂ equivalente— que se generan a lo largo del ciclo de vida de un producto, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final.
Hoy en día, cualquier persona, desde un consumidor en Ecuador hasta una empresa en Europa, influye en el cambio climático con cada compra que realiza. Entender qué es la huella de carbono de los productos y cómo nuestras decisiones de consumo inciden en el ambiente es esencial para tomar decisiones responsables y sostenibles.
¿Cómo se calcula la huella de carbono de un producto?
El cálculo de la huella de carbono de los productos sigue estándares internacionales como ISO 14067 y requiere identificar las emisiones directas e indirectas en cada etapa del ciclo de vida:
- Extracción y producción de materias primas: El uso de combustibles fósiles, fertilizantes y maquinaria agrícola genera importantes emisiones.
- Fabricación y transporte: Los procesos industriales, el consumo energético y el traslado del producto hasta los centros de distribución añaden una carga significativa de CO₂.
- Uso y fin de vida: Algunos productos consumen energía durante su uso (como electrodomésticos), y otros generan residuos de difícil gestión al final de su vida útil.
Por ejemplo, un ramo de rosas exportado desde Ecuador hacia Europa puede tener una huella de carbono “considerable”, tras utilizar fertilizantes nitrogenados, el consumo energético para refrigeración en postcosecha y las emisiones del transporte aéreo, lo importante es que se conozca la huella, la gestione la empresa y empiece a compensar.
¿Cómo nuestras compras contribuyen al cambio climático?
Cada vez que compramos un producto, estamos “votando” por un tipo de producción y transporte. Un teléfono celular, una camiseta o una botella de agua generan emisiones a lo largo de su vida útil, y su impacto varía dependiendo de su origen, materiales, empaque y logística.
Elegir productos locales, con menor empaque, certificados ambientalmente o con declaraciones de huella de carbono verificadas, ayuda a reducir significativamente nuestras emisiones indirectas (también llamadas emisiones de Alcance 3). Según el World Resources Institute, el 70% de las emisiones globales pueden estar relacionadas, directa o indirectamente, con lo que consumimos. Por eso, nuestras decisiones cotidianas —como preferir productos duraderos o evitar compras innecesarias— tienen un impacto ambiental real.
¿Cómo calcular y reducir nuestra huella de carbono con bio1?
En bio1 somos especialistas en medir, reportar y verificar huellas de carbono, tanto a nivel organizacional como de productos, aplicando estándares como ISO 14064-1 e ISO 14067. Si eres una empresa que busca reducir su impacto ambiental, mejorar su imagen ante clientes conscientes y prepararse para acceder a mercados internacionales más exigentes, podemos ayudarte.
Con herramientas de análisis del ciclo de vida, cálculo de GEI y estrategias de reducción, bio1 te acompaña en todo el proceso. Además, si eres un consumidor informado o una pyme que quiere mejorar su impacto, puedes contactarnos para recibir asesoría técnica sobre cómo evaluar el impacto de tus productos o servicios.
Juntos, podemos tomar decisiones más responsables y contribuir activamente a la lucha contra el cambio climático.
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