En Ecuador, cada vez más empresas se están comprometiendo con el medio ambiente. Desde que se lanzó el Programa Ecuador Carbono Cero (PECC) en 2021, el número de organizaciones interesadas en medir, reducir y compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) no ha dejado de crecer. Lo que comenzó con 137 empresas ha alcanzado ya las 612 en 2025, incluyendo más de 100 MIPYMES. Esto no solo demuestra un mayor interés del sector productivo por la sostenibilidad, sino que también abre la puerta a un mercado local de créditos de carbono y una creciente demanda de servicios relacionados con la huella de carbono.  

Auge del Programa Ecuador Carbono Cero (PECC)

El Programa Ecuador Carbono Cero (PECC) es una iniciativa oficial impulsada por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) del Ecuador, mediante el Acuerdo Ministerial Nro. MAAE-2021-018. Su objetivo es promover a empresas e instituciones a tomar acción frente al cambio climático, mediante la gestión de su huella de carbono. En solo cuatro años, su comunidad de participantes ha crecido más de cuatro veces. Ya no se trata solo de grandes compañías: cada vez más pequeñas y medianas empresas están tomando cartas en el asunto.  

Hoy, más de 100 organizaciones están activamente midiendo sus emisiones (fase 1) y aplicando estrategias para reducirlas (fase 2), con la meta puesta en alcanzar la carbono neutralidad. Esta tendencia marca un avance claro hacia prácticas empresariales más sostenibles en el país.  

Demanda Emergente de Créditos de Carbono en Ecuador 
El equipo BIO1 participó en la visita técnica al proyecto El Inga I y II de EMGIRS EP en Quito, el primer proyecto en Ecuador acreditado para vender Unidades de Compensación de Carbono (UCEs) bajo el Programa Ecuador Carbono Cero (PECC).

Aunque el mercado de créditos de carbono en Ecuador aún está en sus primeras etapas, el potencial es enorme. Antes de 2023, la participación local era limitada, sobre todo por la falta de una regulación clara. Eso cambió cuando el Ministerio del Ambiente (MAATE) estableció una normativa para regular el mercado voluntario de bonos de carbono. En 2025, se dio un paso clave: se lanzó el primer portafolio de compensación de emisiones dentro del PECC. El proyecto municipal EMGIRS-Quito fue el primero en ofrecer créditos de carbono al mercado, con 20.000 Unidades de Carbono Equivalente (UCE) disponibles para la venta.  

Esto significa que ahora las empresas que ya están midiendo y reduciendo sus emisiones pueden adquirir créditos locales para compensar lo que aún no logran reducir. Es solo el comienzo, pero el número de organizaciones en proceso sugiere que la demanda de créditos aumentará en los próximos años.  

Además, ahora que Ecuador cuenta con una infraestructura regulatoria clara, es probable que muchas empresas que antes compraban créditos internacionales empiecen a buscar alternativas locales. Esto no solo fortalecería el mercado interno, sino que también generaría beneficios como financiamiento para la conservación forestal y energías limpias.  

Oportunidades para Ecuador y América Latina 

Tanto a nivel nacional como regional, las proyecciones son optimistas. Se estima que Ecuador podría captar hasta 1.000 millones de dólares al año en los próximos cinco años si aprovecha bien el mercado de carbono. Su biodiversidad y sus bosques tropicales le dan una ventaja única para ofrecer créditos de alto valor ambiental, atractivos para empresas que buscan compensaciones responsables.  

América Latina, por su parte, ya representa cerca del 20% de la oferta global de créditos voluntarios y se espera que su participación crezca aún más. Según IMARC Group, el mercado regional podría pasar de USD 46.900 millones en 2024 a más de USD 823.000 millones en 2033, impulsado por regulaciones más estrictas, compromisos corporativos a conseguir la carbono neutralidad, además, del avance de acuerdos internacionales como el Artículo 6 del Acuerdo de París. Esta normativa establece un marco para el comercio internacional de créditos de carbono, permitiendo a los países colaborar en la reducción o eliminación de emisiones de gases de efecto invernadero. 

Incluso con previsiones conservadoras, se espera que la demanda de créditos supere la oferta de proyectos de calidad, lo que probablemente elevará sus precios. 

Más allá de los créditos: servicios con alta demanda

El interés por reducir emisiones no solo se refleja en la compra de créditos. Cada vez más empresas buscan apoyo para medir y gestionar su huella de carbono. Aunque ya hay más de 600 organizaciones inscritas en el PECC, entre ellas están: Agripac S.A., Lowell Mineral Exploration S.A., Esmeralda Utopia Farms UTF S.A.S, Hazwat Cía. Ltda., Hotel Le  Parc, entre otras. Además, esto representa solo una pequeña parte del total de empresas en Ecuador. 

Frente a las exigencias internacionales y la presión de clientes e inversionistas por reportes de sostenibilidad, muchas compañías, especialmente las medianas, grandes y exportadoras, necesitarán cuantificar sus emisiones y diseñar planes de mitigación. El gobierno también está promoviendo iniciativas como “Súmate a la Acción Climática” para sumar a más MIPYMES a estos esfuerzos. Todo esto abre oportunidades claras para consultoras y profesionales especializados en huella de carbono, verificación y sostenibilidad empresarial.