En un contexto global donde el cambio climático exige soluciones inmediatas, los proyectos forestales en el mercado de carbono se posicionan como una alternativa rentable y sostenible para conservar los bosques, generar ingresos y contribuir a la descarbonización de la economía.
Hoy, organizaciones, comunidades rurales y empresas están redescubriendo el valor económico del bosque en pie, gracias a los bonos de carbono. Estos permiten monetizar la captura o evitación de emisiones de CO₂ mediante actividades como la conservación, restauración o reforestación, transformando al bosque en un activo ambiental estratégico.
¿Cómo funciona la rentabilidad en los proyectos forestales en el mercado de carbono?
La rentabilidad de un proyecto forestal se basa en su capacidad para generar créditos de carbono verificables. Por cada tonelada de CO₂ capturada o evitada, el proyecto puede emitir un bono de carbono, que luego se comercializa en los mercados voluntarios o regulados. El precio por tonelada varía dependiendo de factores como:
Ubicación y tipo de ecosistema.
Metodología aplicada (Verra, BioCarbon Registry).
Co-beneficio social y de biodiversidad.
Certificaciones adicionales (REDD+, CCB, etc.).
¿Por qué conservar un bosque puede ser más rentable que talarlo?
La deforestación suele ofrecer ingresos rápidos, pero a costa de la degradación del suelo, pérdida de biodiversidad y emisión masiva de GEI. En cambio, conservar un bosque ofrece valor a largo plazo:
Estabilidad financiera: ingreso recurrente por venta de bonos de carbono.
Acceso a financiamiento climático: fondos verdes, cooperación internacional.
Mercados premium: productos forestales certificados o con trazabilidad baja en carbono.
Reconocimiento y reputación: empresas alineadas con criterios ESG (Ambiental, Social y Gobernanza).
Resiliencia ecológica: bosques conservados son barreras naturales frente a eventos extremos.
Además, varios países, entre ellos Ecuador, ofrecen incentivos para proyectos de carbono forestal dentro de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs). Medir la huella de carbono permite vincular esfuerzos de conservación con proyectos REDD+, áreas protegidas y corredores biológicos estratégicos.
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Conservar un bosque sí vale la pena, pero requiere planificación técnica, conocimiento metodológico y una visión integral de sostenibilidad. En BIO1, te acompañamos en todo el ciclo de los proyectos forestales en el mercado de carbono, desde el diseño técnico bajo metodologías nacionales e internacionales, hasta la verificación, venta de bonos y reinversión local.
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Fuentes bibliográficas
- Verra. VM0048 Methodology for Avoided Unplanned Deforestation.
https://verra.org/methodology/vm0048/ - Gold Standard. Land Use & Forests Guidelines.
https://www.goldstandard.org - FAO (2020). El estado de los bosques del mundo.
https://www.fao.org/state-of-forests/es/ - IPCC. 2006 IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories.
https://www.ipcc-nggip.iges.or.jp/public/2006gl/ - Pascual, U. et al. (2014). Valuing nature: ecosystem services and economic valuation.
Ecosystem Services, Elsevier.

